Hay una muerte peor que la física y es la muerte del corazón.
Vivimos rodeados de elementos que nos entretienen a lo largo del día (Televisión, redes sociales, whatsapp...), no nos dejan pensar ni ver ni aprender. Nos han transformado en máquinas, ya a penas sentimos, solo nos importa nuestro ombligo.
En este blog intento tomar consciencia de lo que pasa a nuestro alrededor, escribo pensamientos y reflexiones que se me vienen a la mente según las situaciones que vivo a diario.